

Si no dispones de espacio para un horno convencional o, sencillamente, no lo quieres tener porque sois pocos en casa, hazte con un minihorno. Optimizarás el espacio y tendrás las mismas prestaciones. ¡Que la falta de m2 no sea un impedimento para cocinar!
Índice de la Guía sobre Hornos pequeños
El término “horno compacto” se suele usar para referirnos a un horno que tiene las medidas estándar de un horno convencional (60 cm ancho x 60 cm alto x 55 cm profundo) excepto por la altura, que es de 45 cm. Estos están pensados, normalmente, para poner encastrados en columna junto con algún otro electrodoméstico como, por ejemplo, el microondas. Hoy en día, tienen una gran demanda, ya que se pueden colocar a mayor altura que como se ha venido haciendo tradicionalmente, de manera que permiten un mejor acceso, ya sea para sacar los platos o para limpiar el horno.
También podemos entender como hornos compactos aquellos de sobremesa, que son mucho más pequeños que un horno convencional. Sus medidas son más variadas, ya que van desde 49 cm x 29 cm x 38 cm hasta 53 cm x 46 cm x 34 cm. Así pues, su capacidad también varía mucho en función del modelo escogido, que puede ser tanto de 14 l como de 32 l.
Los hornos de sobremesa tienen muchas ventajas. Entre otras, que son más económicos, no necesitan instalación y conllevan un menor gasto de energía. Lo mejor de todo es que tienen las mismas prestaciones que un horno convencional, con la única diferencia de que tienen una capacidad menor. Además, son fáciles de trasladar.
Son ideales para segundas residencias, para familias de pocas personas o para cocinas con poco espacio. Incluso puede ser un buen complemento para tu cocina aunque ya tengas un horno convencional, porque, en ciertas ocasiones, puedes necesitar las funciones de un horno corriente sin querer consumir tanta energía (para hornear una porción de lasaña, etc.).
También pueden resultar útiles en algunos negocios de hostelería que necesiten poder recurrir a un horno sin tener que usarlo de forma intensiva. Sería el caso, por ejemplo, de una cafetería en la que se sirven también porciones de pizza o cruasanes calientes rellenos de jamón y queso.
Por lo tanto, si te gusta cocinar y echas de menos un horno en tu cocina, pero no dispones de espacio para un horno convencional o, sencillamente, no lo quieres tener por el desembolso económico de la compra o por el gasto energético que su uso implica, los minihornos están hechos para ti.